Todos los días, rocas procedentes del espacio se estrellan
contra la Tierra. Cuanto más grandes, sin embargo, menor es la frecuencia con
que lo hacen.
Diariamente, muchos kilogramos de polvo espacial llueven
sobre la Tierra. Inicialmente, los trozos más grandes tienen el aspecto de
brillantes meteoritos. Rocas del tamaño de una pelota de béisbol y bolas de
hielo penetran en nuestra atmósfera cotidianamente, pero la mayoría se evapora
rápidamente.
Las amenazas más significativas son las rocas de unos cien
metros de diámetro que chocan con la Tierra cada mil años aproximadamente. Si
un objeto de este tamaño cayera al océano podría causar tsunamis potencialmente
devastadores, incluso, sobre las costas más alejadas.
Una colisión con un asteroide masivo, de más de un kilómetro
de diámetro, es un raro acontecimiento que se produce en intervalos de millones
de años pero que podría tener consecuencias verdaderamente globales.
Hay muchos asteroides por descubrir. En esta imagen, captada
por el Telescopio Espacial Hubble en 1998, se detectó uno en la larga raya
azul. El año pasado se descubrió que este asteroide 2012 DA14 , de 50 metros de
ancho, pasará dentro de la órbita de los satélites geoestacionarios de la
Tierra el viernes próximo.
Una colisión con un asteroide de grandes dimensiones no
afectaría la órbita de la Tierra pero el polvo que levantaría afectaría el
clima.
Un resultado probable sería la extinción global de muchas
especies de seres vivos, una extinción que seguramente empequeñece la extinción
continua que se está produciendo ahora mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario